domingo, 11 de octubre de 2020

ACERCÁNDOTE A RUBÉN DARÍO, LÍDER Y SÍMBOLO DEL MODERNISMO HISPANO. (2020) por JJPérezAcosta

 




Rubén Darío (1867-1916)



Félix Rubén García Sarmiento, conocido como Rubén Darío, nació y murió en Nicaragua, concretamente vio la luz en Metapa el 18 de enero de 1867 para dejarla de ver en León, el 6 de febrero de 1916.


Fue un poeta, periodista y diplomático nicaragüense, máximo representante del modernismo literario en lengua española. Es, tal vez, el poeta que ha tenido más influencia en la poesía del siglo XX en el ámbito hispano. Es llamado «príncipe de las letras castellanas».


De joven demostró su gran capacidad intelectual y artística en el ámbito literario. Desde sus años de estudio en la capital, Managua, le seguiría una vida llena de viajes y largas estancias en numerosos países de América y de Europa. Su relación con el ambiente diplomático y literario así se lo facilitó. Por ello tuvo innumerables encuentros y amistades a lo largo de toda su vida y siempre gozó de gran fama entre intelectuales y clases populares.


Además de en Nicaragua, vivió en casi todos los países de Centroamérica, en Chile, Argentina, Uruguay, Cuba, Estados Unidos, España y Francia.


En España, Darío despertó la admiración de poetas defensores del Modernismo como Juan Ramón Jiménez, Valle-Inclán y Jacinto Benavente entre otros.


En los primeros años del siglo XX, Darío fijó su residencia en París y alcanzó cierta estabilidad. En 1902, Darío conoció a un joven poeta español, Antonio Machado, declarado admirador de su obra. En marzo de 1903 fue nombrado cónsul de Nicaragua, lo cual le permitió vivir con desahogo económico. Luego sería también embajador en Madrid.


Tras abandonar la diplomacia, se trasladó de nuevo a París, donde se dedicó a preparar nuevos libros. Por entonces, su alcoholismo le causaba frecuentes problemas de salud, y crisis psicológicas, con episodios de exaltación mística y con una marcada obsesión por  la muerte.


Al estallar la Primera Guerra Mundial, partió hacia América, para defender el pacifismo, e instalarse definitivamente en Nicaragua. Llegó a la ciudad de su infancia, León, el 7 de enero de 1916, y murió menos de un mes después, el 6 de febrero. Las honras fúnebres duraron varios días y fue sepultado en la Catedral de León.


El archivo de Darío fue donado por su familia al gobierno de España en 1956 y ahora está en la Biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid.


La poesía de Darío


Destaca con sus obras fundamentales: Azul... (1888), Prosas profanas y otros poemas (1896) y Cantos de vida y esperanza (1905).


Azul... (1888), considerado el libro inaugural del Modernismo hispanoamericano, recoge tanto relatos en prosa como poemas, cuya variedad métrica llamó la atención de la crítica. Presenta ya algunas preocupaciones características de Darío, como la expresión de su insatisfacción ante la sociedad. En 1890 vio la luz una segunda edición del libro, aumentada con nuevos textos, entre los cuales se añadiría una serie de sonetos en alejandrinos.


La etapa de plenitud del Modernismo y de su obra poética destaca en Prosas profanas y otros poemas, colección de poemas en las que la presencia de lo erótico es más importante, y donde no faltan los temas esotéricos. En este libro están ya todas sus imágenes exóticas: la Francia del siglo XVIII, Italia, la España medieval, la mitología griega, etc.


En 1905, Darío publicó Cantos de vida y esperanza, obra más intimista y reflexiva ,aunque sin renunciar al ideario modernista. Simultáneamente, produce su “poesía cívica”, línea que se acentuará en El canto errante (1907) y en Canto a la Argentina y otros poemas (1914).

El sesgo intimista de su obra se acentúa. En cambio, en Poema del otoño y otros poemas (1910), se muestra una sencillez formal sorprendente.


No todos los poemas de Darío fueron recogidos en libros en vida del poeta. Muchos, aparecidos en publicaciones periódicas, fueron recopilados después de su muerte.


RECURSOS FORMALES


Métrica

    Para él, como para todos los modernistas, la poesía era música. De ahí que concediese una enorme importancia al ritmo. Su obra supuso una revolución en la métrica castellana. Junto a la basada en el octosílabo y el endecasílabo, Darío empleó versos poco frecuentes, o en desuso, el eneasílabo, el dodecasílabo y el alejandrino.


    Darío es el mayor y mejor exponente de la adaptación de los ritmos de las literaturas clásicas a la lírica hispánica. Mientras cultiva los ritmos tradicionales, también dará forma a los propios.


Léxico


    Destaca por la renovación del lenguaje poético, presente en sus poemas. Gran parte del vocabulario se encamina a la creación de efectos exóticos. Destacan los campos semánticos que traslucen un exquisito refinamiento.


    Con frecuencia introduce cultismos del latín o griego y neologismos de propia creación, con personajes y elementos mitológicos.


Figuras retóricas


    Una de las figuras destacada en la obra de Darío es la sinestesia, mediante la cual se logra asociar sensaciones propias de distintos sentidos: en especial la vista (la pintura) y el oído (la música).


Símbolos


    El símbolo más característico de la poesía de Darío es el cisne, identificado con el Modernismo. Su presencia será obsesiva. Otros menos recurrentes serán : el centauro, la mariposa o el pavo real y el frecuente ambiente en azul. En su poesía también se suceden imágenes espaciales: parques, jardines y torres, símbolos para expresar su vida interior, muchas veces marcada por el aislamiento.


TEMAS:


Erotismo

    Se trata del tema esencial de su obra poética, al que todos los demás están subordinados. Es un erotismo sensorial, cuya finalidad es el placer. Al contrario que otros poeta en la tradición literaria, no se deja asociar con una “amada ideal”, sino con amores coyunturales.


Exotismo

    Ese erotismo se desarrolla en escenarios exóticos, lejanos en el espacio y en el tiempo. Esto se interpretará en los poetas modernistas como rechazo a la cotidianidad.  La poesía de Darío (salvo en los poemas cívicos, Canto a la Argentina, o Oda a Mitre), excluye la actualidad en que vive.  Mientras se centra en escenarios remotos: en la mitología de la antigua Grecia, la Francia galante del siglo XVIII, Italia, la Alemania del Romanticismo, España, China, Japón, la India y el Israel bíblico. También merece destacarse en su poética una imagen idealizada de las civilizaciones precolombinas.


Ocultismo

    Pese a su apego por lo sensorial, reflexiona sobre la existencia y el sentido de la vida. Su religiosidad se aparta de la ortodoxia para refugiarse en el sincretismo del fin de siglo, que mezcla influencias orientales, paganismo y corrientes ocultistas como el pitagorismo o la teosofía.


Temas cívicos y sociales

    Darío trabajó también una faceta de poeta social y cívico. Por encargo o por deseo propio, compuso para exaltar héroes y hechos nacionales, así como para criticar y denunciar los males sociales y políticos.


La prosa de Darío


    A menudo se olvida que gran parte de su producción literaria fue prosa. Un heterogéneo conjunto de escritos, la mayor parte de los cuales, se publicó en periódicos, si bien algunos de ellos fueron recopilados en libros.


Darío y el modernismo


    Darío es citado como el iniciador y máximo representante del modernismo hispánico, aunque otros habían comenzado a explorar la nueva estética antes de que publicara Azul….(1888), obra considerada fundacional para el Modernismo.


    Así y todo, no puede negarse que Darío es el poeta modernista más influyente, y el que mayor éxito alcanzó, tanto en vida como después de su muerte.


    Además, fue el primer poeta que articuló las innovaciones en una poética coherente. De forma voluntaria o no, sobre todo a partir de Prosas profanas, se convirtió en la cabeza visible del nuevo movimiento literario.


Rubén Darío y la “Generación del 98” (1898).


    Desde su segunda visita a España, Darío se llegó a ser el maestro e inspirador de un grupo de escritores, entre los que estaban Juan Ramón Jiménez, Ramón Pérez de Ayala, Francisco Villaespesa, Valle-Inclán, Antonio y Manuel Machado.


Legado


    La influencia de Darío fue inmensa a principios de siglo, tanto en España como en América. Se convirtió en un poeta muy popular, cuyas obras se memorizaban en las escuelas de los países hispanohablantes y eran imitadas por cientos de jóvenes poetas. Después de la Primera Guerra Mundial, con el nacimiento de las vanguardias, los poetas volvieron la espalda a la estética modernista, que consideraban anticuada y retórica.


    Los poetas del siglo XX han mostrado hacia la obra de Darío actitudes divergentes.

                                                

                                                              

                                        JUAN JOSÉ PÉREZ  ACOSTA




Obra

Poesía (primeras ediciones)

Abrojos. Santiago de Chile: Imprenta Cervantes, 1887.

Rimas. Santiago de Chile: Imprenta Cervantes, 1887.

Azul.... Valparaíso: Imprenta Litografía Excelsior, 1888. Segunda edición, ampliada: Guatemala: Imprenta de La Unión, 1890. Tercera edición: Buenos Aires, 1905.

Canto épico a las glorias de Chile Editor MC0031334: Santiago de Chile, 1887.

Primeras notas, [Epístolas y poemas, 1885]. Managua: Tipografía Nacional, 1888.

Prosas profanas y otros poemas. Buenos Aires, 1896. Segunda edición, ampliada: París, 1901.

Cantos de vida y esperanza. Los cisnes y otros poemas. Madrid, Tipografía de Revistas de Archivos y Bibliotecas, 1905.

Oda a Mitre. París: Imprimerie A. Eymeoud, 1906.

El canto errante. Madrid, Tipografía de Archivos, 1907.

Poema del otoño y otros poemas, Madrid: Biblioteca "Ateneo", 1910.

Canto a la Argentina y otros poemas. Madrid, Imprenta Clásica Española, 1914.

Lira póstuma. Madrid, 1919.

Prosa (primeras ediciones)

Los raros. Buenos Aires: Talleres de "La Vasconia", 1896. Segunda edición, aumentada: Madrid: Maucci, 1905.

España contemporánea. París: Librería de la Vda. de Ch. Bouret, 1901.

Peregrinaciones. París. Librería de la Vda. de Ch. Bouret, 1901.

La caravana pasa. París: Hermanos Garnier, 1902.

Tierras solares. Madrid: Tipografía de la Revista de Archivos, 1904.

Opiniones. Madrid: Librería de Fernando Fe, 1906.

El viaje a Nicaragua e Intermezzo tropical. Madrid: Biblioteca "Ateneo", 1909.

Letras (1911).

Todo al vuelo. Madrid: Juan Pueyo, 1912.

La vida de Rubén Darío escrita por él mismo. Barcelona: Maucci, 1913.

La isla de oro (1915) (inconclusa).

Historia de mis libros. Madrid, Librería de G. Pueyo, 1916.

Prosa dispersa. Madrid, Mundo Latino, 1919.

Obras completas

Obras completas. Prólogo de Alberto Ghiraldo. Madrid: Mundo Latino, 1917-1919 (22 volúmenes).

Obras completas. Edición de Alberto Ghiraldo y Andrés González Blanco. Madrid: Biblioteca Rubén Darío, 1923-1929 (22 volúmenes).

Obras poéticas completas. Madrid: Aguilar, 1932.

Obras completas. Edición de M. Sanmiguel y Emilio Gascó Contell. Madrid: Afrodisio Aguado, 1950-1953 (5 volúmenes).

Poesías. Edición de Ernesto Mejía Sánchez. Estudio preliminar de Enrique Ardenson Imbert. México: Fondo de Cultura Económica, 1952.

Poesías completas. Edición de Alfonso Méndez Plancarte. Madrid: Aguilar, 1952. Edición revisada, por Antonio Oliver Belmás, en 1957.

Obras completas. Madrid: Aguilar, 1971 (2 volúmenes).

Obras completas. Edición de Julio Ortega con la colaboración de Nicanor Vélez. Barcelona: Galaxia Gutenberg, 2007- ISBN 978-84-8109-704-7.