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Estoy en un pueblo perdido y pequeño, pero con biblioteca...He
conseguido en préstamo un libro que nos habla de Josefina de la
Torre Millares. Salgo a la plaza, me siento e inicio mi lectura. |
lunes, 1 de junio de 2020
ENTREVISTA DESDE LA INMORTALIDAD CON...JOSEFINA DE LA TORRE
ENTREVISTA DESDE LA INMORTALIDAD CON...BENITO PÉREZ GÁLDOS
Buscamos hoy en el madrileño Parque de El Retiro a un personaje que pasea allí su Inmortalidad y se deja ver a quién quiere verlo y cuando él quiere…
Buscamos a D. Benito Pérez Galdós, gran literato del Realismo, que
triunfó en la España y América de los finales del siglo XIX y
principios del XX, esperemos que lo encontremos entre esos frondosos
árboles…
¿Será aquel? Sí, creo que sí… Esperemos que nos atienda...
ENTREVISTADORA- Buenas tardes, D. Benito, permítame abordarle cuando usted pasea por el parque de El Retiro rumbo a su tertulia vespertina; pero quería hablar con usted…
GALDÓS- Señorita, déjese de preguntas y charlas que no, no compró libros a distancia, ni quiero apuntarme a una ONG… Yo ya no intereso y estoy “demodé”. Bueno, como dicen ahora “snob”, fuerte majadería… Si Emilia los oyera, cómo nos reiríamos….
ENTR- Pero, por favor, D. Benito que soy una paisana… una isleña…
GALD- Peor me lo pones entonces… ¿No me atacan por allí diciendo que cuando llegué a Cádiz me limpié los zapatos del polvo de Canarias y que jamás me interesé por ellos…? Eso dijeron… Seguro que los curas y las beatas bien se procuraron de lanzar esos comentarios.
Nunca supieron leerme, por eso me veían con muy malos ojos… En Canarias la gente es muy mimosa y siempre hay que adularla para tirar para delante… Así no se pueden ahorrar esfuerzos...
ENTR- Pero D. Benito, escúcheme un momento. Necesito hacerle esta entrevista para comer esta semana… Usted empezó como yo… ¿Usted no se llamaba republicano? ¡Usted no me puede dejar así!
GALD- Vale, vale, señorita...Véngase para este banco, y no se me ponga de isleña mimosa … Hablaré algo con usted. Entrevísteme, pero ponga las cosas como las digo y al que no le guste… Sentémonos en ese banco que se está muy bien.
ENTR- ¿Don Benito? ¿Cuántos años vivió usted? ¿Y cómo fueron sus primeros años?
GALD- No llegué a cumplir los 77, pero no me quejo. Me crié en Las Palmas, donde hice mis primeros estudios, luego pasé de isla y fui a Tenerife, más concretamente a La Laguna. En esa época sólo había un instituto en todo el Archipiélago. Luego de allí iría a estudiar a Madrid.
ENTR- ¿Cómo era el ambiente en la capital en esos años?
GALD- Para mí fue deslumbrante allí, empecé a conocer el Ateneo, los cafés de intelectuales, los teatros,… También colaboraba con periódicos locales y nacionales…
ENTR- De sus obras ¿con cuáles está más satisfecho?
GALD- ¡Ay, ay, chavalita! Me parece que poco sabe de la vida… Los dedos de la mano no son iguales, pero son de uno… Durante mi vida escribí novelas, teatro, artículos,… Escribí y eso era lo destacable.
Recordemos que en la primera mitad del siglo XIX la novela adquirió gran interés literario y social, no sólo entretenía, sino que informaba y difundía ideas nuevas. Yo quise desde mi primera novela, “La Fontana de Oro” de 1871 hasta la última de 1915, crear un universo de personajes y ambientes coherente con lo que veía y sentía como propio. No sé si lo llegué a conseguir…
ENTR- Muchos opinan que después de Cervantes, es usted, don Benito, lo más recomendable de la literatura española…
GALD- Y otros dirán que no. Lo que sé es que la tradición literaria en lengua española es muy fecunda y, a veces, no se la valora lo debido. Quizás por falta de lecturas...
ENTR- ¿En qué genero literario se sintió más cómodo?
GALD- A mí, mientras escribiera… En principio, novelas, luego teatro y siempre artículos de periódico.
Creo que es una obra variada. No tienen nada que ver los “Episodio Nacionales”, con los que quise hacer una crónica de la España del siglo XIX, para que conociéramos nuestra historia de forma curiosa y entretenida, con las llamadas novelas sociales o novelas de tesis, donde trato más relaciones personales y sociales, como en “Marianela” o en “Fortunata o Jacinta”, por ejemplo.
Con el teatro también disfruté y gané mucho dinero. Recuerdo el día de la presentación de “Electra”, la muchedumbre me llevó a hombros a mi casa, parecía un torero… ¡Qué jolgorio!
ENTR- ¿Aparte del mundo literario y artístico usted se implicó bastante en la vida pública?
GALD- Sí, sí desde luego. Participé con los liberales de Sagasta. Fui diputado por Puerto Rico, cuando aún era español. Más tarde me presenté con los republicanos, incluso participé con los republicanos y socialistas en 1919. Eran mis ideas y mi forma de luchar por ellas.
ENTR- ¿Don Benito, de qué trabajo periodístico mantiene mayores impresiones?
GALD- Son muchos, pero ahora me viene a la cabeza el que publiqué en el periódico “El Liberal” el 12 de abril de 1904. Publiqué una entrevista con la reina de España Isabel II en su exilio de París. Me desplacé hasta allí. Y me fue muy agradable, sinceramente, y no me lo esperaba.
ENTR- Pues yo de esa reina apenas sé nada y lo único que he recibido son críticas y burlas. Disculpe mi ignorancia, pero lo digo claramente.
GALD- Algo te contaría, para no ser tedioso. Fue la hija del rey Fernando VII. Fernando VII, aquel que liderara a los españoles contra los invasores franceses en la célebre “Guerra de la Independencia desde 1808 a 1814” y que con su influencia ejerció un gobierno absolutista, que desoía las ansiadas reformas de los liberales y que marcó un período de gran represión entre sus opositores.
Al morir asumió el cargo su hija, mujer y menor de edad, ingredientes perfectos para ya tener a otra media España en contra. Siempre las dos Españas… Ella gobernó con apoyo de los liberales, más bien diría que a esa niña la gobernaron los que la rodeaban .
Querida amiga periodista, fíjese, heredera con tres años, mayor de edad con trece, sin educación formal desde entonces, casada a los dieciséis y en el exilio con solo treinta y ocho años... Todo en la vida de la Reina Isabel fue demasiado rápido.
Ella me contó muchos entresijos que pude usar para mis “Episodio Nacionales” y para conocer mejor el país en que vivimos. Ella reconocía que recogió los defectos de los Borbones, pero alguna virtud tenía. Me recordaba que tuvo que enfrenarse a las guerras carlistas, revoluciones, corrupción y pronunciamientos militares. Pero se olvidaron que con ella aumentó la riqueza de la Nación, se difundió la cultura y se inició un despegue industrial. Pero pronto la echaron… La verdad también es que se había rodeado de una caterva de reaccionarios y visionarios religiosos que no la dejaron de presionar. También Isabel II se quejaba de que cuando más había madurado y mejor preparada estaba para gobernar se tuvo que exiliar.
ENTR- ¿Y, don Benito, cómo pasó sus últimos años de vida?
GALD- La verdad, un poco desperrado. Había vivido bien y había gastado mucho. Pero mientras me mantuviera con alguna colaboración periodística salía adelanté. Me gustó mucho que el pueblo de Madrid, aún en vida yo, me dedicara un monumento en este parque de El Retiro. Por eso aquí siempre pasearé y el que quiera, me podrá ver. Siempre que yo me deje ¡claro!
Así que joven isleña, no se queje. A mí me gusta hablar con mis paisanos, que uno la infancia siempre la siente en el corazón y… en la barriga, por los guisos de la madre. Esa sí que es la patria: nuestro estómago…
En Madrid sí que me quisieron, a mi sepelio asistieron miles y miles de personas. Por mis méritos pasé a la Inmortalidad y no me quejo de ello…, en absoluto.
Ahora, por favor, quédese quietita ahí, que ya me sacó bastante para un buen jornal. Perfile sus notas escritas y continúo mi paseo por este parque.
Adiós. Léanme y recuerdos a mi gente,…
ENTR- Gracias, don Benito.
Y ahí nos dejó, don Benito Pérez Galdós para seguir sus paseos por la Inmortalidad.
JUAN JOSÉ PÉREZ ACOSTA
Fuentes:
http://www.cervantesvirtual.com/portales/benito_perez_galdos/
https://es.wikipedia.org/wiki/Benito_P%C3%A9rez_Gald%C3%B3s
https://www.academiacanarialengua.org/archipielago/benito-perez-galdos/