LIBROS CON AROMA DE
CAFÉ MOLIDO Y TABACO...
Obra que a la mayoría que se acerque a su lectura como pasatiempo, medio de aprendizaje o simplemente estudio lo puede sorprender. Se trata de las “Noticias de la Historia General de las Islas Canarias” de Joseph de Viera y Clavijo, en una sexta edición publicada por Goya Ediciones en Santa Cruz de Tenerife en el año 1967, con introducción y notas del Dr. Alejandro Cioranescu.
¿Por qué lo traemos aquí?
Primeramente, porque es una obra escrita de forma que induce a una lectura agradable e instructiva. Además se lee según el criterio y preferencias propios, uno mismo se busca lo que quiere leer y lo disfruta.
Adecuada para cada momento. Por ello es una obra que bien merece estar junto a un cómodo sillón o en una mesilla de noche, siempre cercana como el aroma del café o del buen tabaco que impregna las estancias antiguas.
DELECTARE, MOVERE ET COMMOVERE
Con la revisión de sus índices uno puede adentrarse en el mundo aborigen, difuminado en el “estilo del buen salvaje”, donde todo pueblo antiguo era noble y honesto, o bien esclarecer un supuesto milagro desde un punto de vista científico.
Obra enciclopédica, moderna en el sentido ilustrado, con mucho trabajo de revisión bibliográfica y un punto de vista muy crítico, desempeñado, aunque parezca contradictorio para algunos, por un clérigo que llegó a ser arcediano de la Catedral de Canarias, nacido en 1731 en el Realejo Alto de Tenerife y fallecido en Las Palmas en 1813.
RAZONES PERSONALES
Aparte de estas razones me animan en la elección sobradas justificaciones personales. La edición referida supuso para mí un regalo de mis padres ante el acceso al Instituto, entonces Masculino de La Laguna (luego IES Viera y Clavijo, qué casualidad).
Accedieron a comprarme esta publicación tras comprobar que la “Historia de Viera” ya la había descubierto y no era capricho pasajero. El "descubrimiento" lo había realizado poco a poco en algunas tardes en la biblioteca de La Económica de La Laguna, bajo la mirada curiosa y siempre cariñosa de D. Enrique Romeu Palazuelos, sorprendido de que un niño le pidiera leer a Don Joseph de Viera y Clavijo. En ese mismo curso recién acabado se habían sucedido cosas fundamentales, no sólo para mí con la EGB, sino también, para todo el país, con la muerte de Francisco Franco y la pérdida del Sáhara Occidental.
SOBRE LOS FRAGMENTOS
Sirvan los fragmentos escogidos de la obra de Viera y Clavijo, según la citada edición para abrir o recordar un libro que siempre nos espera. Fragmentos seleccionados de una forma aleatoria, según han ido apareciendo y suscitando diversas reacciones. La “Historia de Viera” como es conocida presenta una estructura de libros agrupados en dos tomos. Se inició su publicación en Madrid en 1770 para completarse en 1773. En el Tomo 1 tenemos once libros con su índice pertinente. En ellos se desarrollan las características geográficas, el origen mítico, las costumbres de los primeros habitantes, de las incursiones principales, el desarrollo de la conquista y colonización europea. En el Tomo 2 con otros once libros se observa el desarrollo y avatares desde la colonización hasta los momentos vividos por el autor en el XVIII. Además redacta una historia de la Iglesia en Canarias, donde se detallan fundaciones y establecimientos de órdenes monásticas. Enriquecido con un índice citas por "palabras clave".
En esta edición de 1967 D. Alejandro Cioranescu nos presenta un minucioso prólogo que nos muestra quién es el autor y también completa el texto con interesantísimas notas que nos abren nuevas líneas de interés. Muy llamativas son las ilustraciones, mapas y fotos que acompañan y que resaltan muchos de los detalles comentados y que pasados casi sesenta años de la publicación nos recuerdan lugares y sitios ya desaparecidos.
Libro I, capítulo 1. Estas islas pertenecen al África.
“Todos cuantos tienen alguna mediana tintura de geografía, saben que si las Islas Canarias no componen una parte muy considerable del mundo, no dejan de hacer una figura lucida, aun cuando no se atienda a otros méritos que al de su ventajosa situación. Ellas están en el océano magno Atlántico, en frente de la Mauritania tingitana, provincia de Biledulgerida, entre los cabos Guer y Bojador, de cuyas costas distan de veinte a ochenta leguas españolas; y no hay duda que por esta notable inmediación a aquel continente de la África, del cual acaso fueron porción en lo primitivo, están generalmente demarcadas entre las islas africanas; ”(pág 16)
Libro I, capítulo 24. Juramento y orden de sucesión.
“Aunque el acto de la coronación de los reyes era muy sencillo, no dejaba de ser expresivo y augusto. Es menester figurarse una plazuela o tagóror de bastante amplitud, adornada con arcos y palmas y laureles y entapizada de juncos, flores y yerbas aromáticas, donde se congregaba la primera nobleza del reino, apostándose fuera del recinto la demás muchedumbre, que acudía de toda la isla a una solemnidad deseada y poco frecuente. Aquí, dejándose ver a la corte y al pueblo, el nuevo soberano, vestido de un tamarco muy exquisito, era recibido con grandes aclamaciones; se sentaba en una piedra aforrada de pieles limpias y más elevada que las otras, y luego se procedía al juramento y proclamación en la forma siguiente:
Un anciano de entre los príncipes de sangre, y el más cercano al rey en grado de parentesco, traía al tagóror, con respeto profundo, cierto hueso de los antiguos monarcas de Tenerife, que tenían con toda custodia y conservaban envuelto en una funda de cuero gamuzado. Presentábale al nuevo rey, quien le imprimiría dos o tres ósculos y le ponía majestuosamente sobre su cabeza, profiriendo esta fórmula de palabras: “Yo juro por el hueso que ciñó real corona imitar sus acciones y mirar por la felicidad de mis pueblos”. Después tomaban el mismo hueso los ancianos y nobles y, colocándolo sobre sus hombros con toda reverencia, decían, dirigiéndole esta especie de apóstrofe: “Juramos por aquel día memorable de tu coronación constituirnos custodios de tu reino y tu descendencia”. (pág 214)
Libro I, capítulo 26 Juicio de Francisco de Gómara sobre la imagen de Nuestra Señora de Candelaria.
“Por cualquier parte que se mire el hallazgo de la santa imagen de Nuestra Señora de Candelaria es digno del aprecio y admiración de todos los canarios, sensibles a las glorias de su país. ¿Perdería acaso su estimación por haber sido la imagen obra excelente de un escultor humano o porque la hubiesen desembarcado en las riberas de Tenerife algunos cristianos piadosos? Creamos que también los hombres son infinitas veces instrumentos de las intenciones de Dios y que la divina providencia tiene derecho a que la consideremos regular en sus consejos, cuando no hay necesidad de otra cosa. Guardémonos, pues, si es posible, de adular con las cosas santas nuestro amor propio; y y ya que la ley de historiador nos obliga a referir lo que sobre el hallazgo de esta santa imagen ha conservado una tradición popular, sólo expondré las circunstancias extraordinarias que la acompañaron, según nuestros anticuarios lo han hecho.” (pág 276)
Libro I capítulo 28 La famosa cuestión de San Borondón.
"El rumor de las apariciones de esta isla es sin duda posterior al descubrimiento y conquista de las Canarias, porque si los historiógrafos de Béthencourt el Grande hubiesen adquirido noticia de ella, no es probable que se resolviesen a omitirla. Pero es constante que, desde los principios del siglo XVI, ya la reputación de esta nueva tierra atormentaba el juicio de los naturales y extranjeros. Ya entonces, dice el portugués Luis Perdigón que el rey de Portugal había hecho merced de esta isla a su padre, si la descubriese; bien que, cuando se firmaron los artículos de la paz de Évora, y la corona de Portugal cedió a la de Castilla su derecho a la conquista de las Canarias, se nombró entre ellas la Non Trubada o Encubierta. Ya desde entonces negarles a los habitantes de La Palma, Hierro y Gomera que lo que solían ver en ciertos tiempos del año hacia el Oeste-Sud-Oeste de La Palma y al Oeste-Nor-Oeste de El Hierro no era una tierra real y verdadera, sino una ilusión de la vista auxiliada de la imaginación preocupada, era darles la mortificación de negarles una cosa evidente, porque entre ellos siempre ha habido personas que saben distinguir entre la tierra y una acumulación de nubes; que observaron aquella aparición a una misma distancia, en el mismo sitio, de una misma magnitud y configuración; que tuvieron cuidado de dibujar la perspectiva en diferentes ocasiones y que, comparando los dibujos, han tenido la satisfacción de hallarla uniforme. En efecto, aquella tierra siempre se ha delineado corriendo Norte-Sur, formando hacia el medio una considerable degollada o concavidad y elevándose por los lados en dos montañas muy eminentes, mayor la de la parte septentrional. Se ha juzgado que distará 40 leguas de la isla de La Palma, y que podrá tener 87 de largo y 28 de ancho. Véase aquí uno de los últimos dibujos de San Borondón, hecho en La Gomera, año de 1759, y la carta en que un religioso franciscano habla a un amigo suyo con el estilo sincero de quien no dice más que lo que cree…" (pág 83 y ss)
APÉNDICES DOCUMENTALES EN LATÍN ECLESIÁSTICO Y MEDIEVAL
Además de interés histórico y filológico son los “apéndices documentales” de diferentes orígenes que nos aportan materiales originales para su estudio. Sirva el posterior como ejemplo
El día de la Letras Canarias se celebra cada 21 de febrero por ser la fecha del fallecimiento de D. Joseph de Viera y Clavijo.
En el año 1770, año en que se empieza a publicar la "Historia de Viera", Mozart escribía su Sinfonía 10, te aconsejamos que leas con buena música:
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